domingo, 19 de enero de 2014

¡Camino abierto a las dos Españas!.Por Fernando Rodríguez Corcoba, A Coruña



Cuánta pena e intranquilidad me produce observar cómo los dirigentes políticos de nuestra querida España no son nada partidarios de ejercer el arma más importante de un demócrata, cual es, en primer lugar, el dialogar con los ciudadanos de una forma directa o a través de los medios de comunicación —en este último caso mediante ruedas de prensa abiertas y sin preguntas pactadas o con determinados medios excluidos—, y en segundo lugar, ese mismo diálogo con las demás fuerzas políticas. A día de hoy, la práctica de estas armas no son lo suficientemente utilizadas, como lo venimos observando día tras día en las actuaciones de nuestro gobierno, como también por parte del grupo más representativo de la oposición.
La pena e intranquilidad que me produce esta actitud, reiteradamente llevada a cabo, de falta de comunicación, es por lo que estamos viendo y percibiendo los españoles y que viene ocurriendo desde hace cierto tiempo, que se percibe un ambiente de una hostilidad, intolerancia y enfrentamiento entre los propios ciudadanos. 
¿Qué se pretende conseguir con esa falta de diálogo y negociación con las fuerzas políticas vascas? ¿A qué se debe ese empeño contumaz del ministro de Interior, que de lo único que nos habla es de la necesidad de que los pertenecientes a la banda terrorista ETA tengan que: ¡pedir perdón!, o, ¡entreguen las amas!? ¿Tienen que disolverse!
Si los etarras tomasen la decisión, por complacer la petición del ministro de entregar las armas, ¿sabemos la cantidad de armas que tienen escondidas en los zulos correspondientes, o simplemente depositadas en un cajón de sus casas? ¿Se cree el Sr. ministro que iban a entregar todas y cada una de esas armas? Permítame que le diga que, si es así, y usted se lo cree, no me queda más remedio que decirle que no peque de incrédulo. En mi modesta opinión, considero que con el arrepentimiento expresado en varias circunstancias y momentos, debemos darnos por satisfechos. Quizás a aquellos que beben todos los días en los dogmatismos de una fe católica y opusina no les baste, y necesiten no solo que pidan perdón, sino que se arrodillen ante el gran Sanedrín.
En tercer lugar, la organización ilegal ETA no es una sociedad anónima que tenga que disolverse y liquidarse en ningún registro público. Le recuerdo, Sr. ministro, que por mucho que digan que se disuelven, lo hará ese grupo concreto, pero no quita que en cualquier momento vuelva a resurgir con otras personas, incluso más sanguinarias que los que hoy están gozando de libertad, muy a pesar nuestro.
A lo que está conduciendo esta actitud de rechazo al diálogo de nuestro gobierno, especialmente, es a ver cómo responde la sociedad vasca, tal y como lo hemos visto estos últimos días, donde se manifestaron más de cien mil personas de manera silenciosa. Esa actitud cavernícola de nuestro gobierno se plasma también en Cataluña, donde se está consiguiendo el mayor grado de crispación, rencor y desinterés logrado en los últimos cincuenta años. 
Señor@s del Gobierno, nos están llevando a la ruina a una gran parte de la población española (la clase media), a la indigencia a una buena parte que ya estaba en muy malas condiciones, a la desilusión a la inmensa juventud de este país, que para colmo de males, la hemos considerado como la mejor preparada de toda nuestra historia, y ahora nos están enfrentando a unos españoles con otros, para volver a lo que nuestros padres siempre nos hablaron: ¡las dos Españas! 
Much@s españoles hemos luchado y trabajado a lo largo de muchos años por que eso no volviera a reproducirse, pero con sus actitudes antidemocráticas están consiguiendo todas las rifas para que ello se pueda reproducir en cualquier momento.
¡Dios, qué buen vasallo si tuviese buen señor! (poema del Mio Cid). ¡Cuánto podríamos hacer los españoles si tuviésemos unos buenos dirigentes! 

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